miércoles, 4 de mayo de 2011

La rápida desertización de España

Se trata del proceso por el que un territorio que no posee las condiciones climáticas de los desiertos, termina adquiriendo las características de éstos. Las principales causas son: variaciones climáticas, incendios, inundaciones, contaminación y actividad humana. España sufre una desertización alta en más de un tercio de su superficie, y según varios informes de las Naciones Unidas, éste es el país europeo con más extensión de zonas con riesgo de desertificación. Características de este problema
Se entiende por desertificación el proceso por el que un territorio que no posee las condiciones climáticas de los desiertos, termina adquiriendo las características de éstos. Esto se debe como consecuencia de la destrucción de su cubierta vegetal y de la erosión del suelo.
España sufre una desertización alta en más de un tercio de su superficie, teniéndose en cuenta todos los parámetros -erosión, frecuencia de incendios y condiciones climáticas-. Gran parte de la superficie de siete provincias españolas sufren este problema, mientras que dos de ellas, Las Palmas y Alicante, lo están en un ciento por ciento.
Este proceso priva al suelo de su potencial productivo debido a diversos factores, como: las variaciones climáticas, incendios, inundaciones, contaminación y la actividad humana. La desertización es una de las causas del cambio climático y puede llegar a provocar la pérdida de poder económico por la escasez de materias primas obligando a la población a emigrar a otras zonas más ricas.
Para evitar este problema, el Ministerio de Medio Ambiente está ultimando el PAND, fruto del Convenio de Naciones Unidas contra la Desertización, que contempla acciones forestales, ganaderas y agrícolas contra esta degradación.
La desertificación ha alcanzado ya a más de 6 mil millones de hectáreas en el mundo, afecta a mil millones de personas y tiende a incrementarse. Este proceso es moderado cuando la pérdida de productividad está entre el 10 y el 25%; severo, si la pérdida está entre el 25 y el 50%, y muy severo si es mayor. Este proceso es realmente una amenaza seria para el ambiente y para el rendimiento agrícola en algunas zonas. Cuando está provocado por la actividad humana se le suele llamar desertificación.
Como ya se ha dicho, una gran parte del territorio español sufre problemas de erosión más o menos graves. Más de 1000 millones de toneladas de suelo de la península son movidas cada año por los fenómenos erosivos. Además, en diversas ocasiones ha aparecido en informes de las Naciones Unidas que España es el país europeo con más extensión de zonas con riesgo de desertificación.
El mayor responsable, aunque no el único, de la extendida erosión es el clima. Las zonas españolas secas, áridas o semiáridas, reciben pocas precipitaciones al año, pero cuando llueve es por lo general de forma torrencial, con frecuencia en otoño, con una fuerza capaz de erosionar con facilidad los terrenos. La falta de agua provoca, también, que la vegetación sea escasa y que aporte poca materia orgánica al suelo y le proporcione una débil protección.
Junto a la escasez de vegetación otra característica de estas zonas es que son montañosas, con laderas de fuertes pendientes, formadas por rocas relativamente blandas. Este conjunto de factores facilita que las aguas corran con fuerza arrastrando con facilidad el suelo y formando cárcavas y barrancos.
Aunque también la intervención humana ha agravado el problema. Las talas excesivas, los incendios, el pastoreo abusivo, las prácticas agrícolas inadecuadas y la construcción descuidada de pistas, carreteras y otras obras públicas aumentan la facilidad de erosión del suelo.
FUENTE: Eo http://www.publispain.com/revista/la-rapida-desertizacion-de-espana.htm
Este artículo ha sido aportado por Alba García Vázquez de 1º de Bach. A.

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