/ Viernes 18 de diciembre de 2009 Empecemos en el siglo XVII, donde la historia de la Amazonía está marcada por la explotación de los recursos naturales, tanto renovables como no renovables: entre estos, el barniz, ceras de animales, quina, gomas, oro, petróleo, maderas, ganado, comercio de pieles, flora para patentes multinacionales y coca. Hasta la actualidad, siglo XXI, en el cual estos recursos continúan marcando los períodos de distintas bonanzas que dependen de los ciclos económicos mundiales, y que si bien introducen a la zona temporalmente a mercados amplios, al mismo tiempo generan poca riqueza y bienestar a sus pobladores, por el contrario generan esclavitud, épocas de terror y masacres en las zonas donde se concentra la producción.
En sus antecedentes, la extracción de gomas elásticas, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, vinculó a la Amazonía con la economía mundial y se relacionó también con el inicio de la frontera agropecuaria y los distintos procesos de ocupación y colonización de la región, todo a costa de la explotación indiscriminada de los trabajadores indígenas, por lo general aldeas desplazadas, que recurrían a los caucheros como único medio de supervivencia , endeudándose hasta el punto de la esclavitud y posterior muerte por los malos tratos.
A fines del siglo XIX y principios del XX tiene lugar el boom del caucho. El desarrollo de la industria hace indispensable su empleo en múltiples productos, sobre todo, después de que Goodyear y Hancock descubren el procedimiento de la vulcanización.
En el poblado de La Chorrera, ubicado en el Caquetá, se creó la primera agencia cauchera. En el Bajo Putumayo, y exactamente en El Encanto, se establecieron otras agencias: las más famosas y mal recordadas fueron la Casa Arana, de capital peruano e inglés, y la casa cauchera de La Pedrera, que funcionó a orillas del Río Mirití.
Estas casas controlaron vastos territorios y utilizaron para su trabajo la mano de obra indígena, que fue vinculada a lo largo del tiempo de diferentes maneras: en un inicio, en condiciones de esclavitud, para posteriormente manejar negociaciones desequilibradas con los nativos que los mantenían en una ’semiesclavitud’ y terminar en el establecimiento de simples relaciones mercantiles, en sus épocas finales. Este proceso afectó las estructuras culturales y sociales de múltiples grupos étnicos, en especial a los uitoto, yukuna, matapi, tanimuca y letuama, entre otros.
También, poblados como Mocoa, Puerto Rico, Tres Esquinas, San Vicente y Florencia surgieron y crecieron como lugares de compra de resinas, quinas y gomas.
Por el decaimiento de la demanda del caucho natural a nivel mundial, el proceso de extracción de las gomas finalizó hacia mediados de la década de 1970. Se considera que la casa Arana Hermanos, entro en negociación con los colonos colombianos en 1896 y que en 1904 la casa había adquirido dominio completo de la región, el libro azul informa además que en 1903 la región estaba ocupada principalmente por caucheros colombianos, pero que a finales de 1904 sus territorios habían sido usurpados violentamente por los peruanos. Pero en 1911 el caucho alcanza la más alta cotización mundial de la historia, a partir de esa fecha el caucho empezó a declinar, pues los europeos habían sacado las semillas del país y se empezó a cultivar mas caucho en Malasia
En 2008 la casa Arana es declarada bien de interés cultural.
En el periodo que se consideró de más alta explotación en Colombia, se realizaban múltiples violaciones a los derechos humanos, pues cuando los indígenas no trabajaban eran castigados en el cepo o a latigazos, incluso hasta la muerte. En estas zonas se cometían genocidios , ya que las comunidades eran obligadas por la esclavización a huir hacia la selva, porque si se quedaban los mataban, esclavizaban, violaban a sus mujeres, y mataban a sus hijos y ancianos.
Estos antecedentes abren la puerta al lector, para encontrarse en un ambiente hostil de historia sangrienta que se presento en el amazonas en los años de 1813 hasta 1970, años horribles para nuestros indígenas, que se encontraban en situación de esclavitud y desplazamiento por los caucheros que los perseguían como animales para obligarlos a trabajar en la producción de este material, que fue llamado por los indígenas “leche maldita”, la cual les trajo muerte y torturas a sus pueblos, mientras llenaban los bolsillos de los europeos y peruanos que asesinaban a los indígenas y campesinos colombianos para adueñarse de sus tierras y producir un mayor cultivo de caucho.
Los blancos no trajeron, más que sangre y terror a estas comunidades, replican los campesinos. Una indígena de la comunidad Andoque enuncia, “en el tiempo de las caucheras mataron a todos los sabedores de nuestra cultura, es un tiempo muy triste, pero los poquitos que alcanzaron a salvarse se metieron a la selva para ocultarse, algunos ancianos que quedaron se reunieron, se organizaron y lucharon por su libertad” “la bonanza del caucho es una de las peores tragedias para el amazonas, mi gente huyo hasta Caquetá y se organizaron, hay nací yo, pero mucha gente se fue para el Perú, pero cuentan los ancianos que la comunidad más afectada fue la uitoto, quienes desaparecieron por décadas de la vista de la sociedad y reaparecieron hace poco” (1)
Como se puede contemplar en la anterior narración, los indígenas de muchas comunidades fueron los más perjudicados, con lo que realizaban los caucheros, estos indígenas fueron obligados a dejar de hablar su lengua natal, a vestirse como colonos y a adoptar la fe cristiana impuesta por los europeos, como signo de evangelización de las comunidades indígenas, esto produjo un gran impacto en dichas comunidades, que hasta el día de hoy no se ha reparado, pues muchos de ellos perdieron sus raíces, su cultura, su historia, aparte de sus familiares y hogares, ya que muchas de estas tribus se volvieron nómadas o siguen buscando un lugar donde asentarse permanentemente
Pero este problema no ha sido el único para las comunidades del amazonas, puesto que en décadas recientes, la siembra de coca para la producción de la cocaína ha traído nuevas poblaciones, junto con problemas ambientales y nuevas violencias. Estas bonanzas generan movimientos de colonización, pero también otras consecuencias como el desplazamiento de las riquezas hacia otras regiones, extracción sin manejo adecuado, el posterior abandono de la zona y condiciones de trabajo en ocasiones de semiesclavitud. Esta situación también se presenta en la actualidad por la explotación de recursos como el oro y los hidrocarburos.
Hoy en el Amazonas colombiano, ya no se presenta la esclavización total de los indígenas y campesinos que allí habitan, pero se siguen presentando los desplazamientos, asesinatos, desapariciones y mal remuneración de la mano de obra de los integrantes de estas comunidades, pues la bonanza del caucho acabó, pero le sigue la bonanza de la coca y el petróleo, que llama la atención de la comunidad internacional y las nuevas potencias, que pretenden monopolizar su producción en la zona, y para estos propósitos necesitan “despejarla”, y sin ninguna intervención del Estado, puede ocurrir lo mismo que con el caucho, pues los agentes del conflicto armado en Colombia no son ajenos a esta zona, y el narcotráfico, llama mucho la atención de estos, volviendo esta zona, rentable para sus propósitos y poniendo en nuevo riesgo a las comunidades de indígenas que no han podido descansar desde la época de la colonización, ya que se les maltrata continuamente y la legislación Colombiana no ha adquirido la suficiente fortaleza para acudir en su defensa.
Lo anterior, es solo una parte general de la historia del caucho en el amazonas, la cual nos introduce a la problemática central, como es la situación de los indígenas en la amazonia en relación con la explotación cauchera que ha desplazando a dichas comunidades, alterando su sistema y sus actividades en la zona amazónica.
Por último es nuestra obligación rescatar la memoria viva de un país que reconoce el valor de sus comunidades ancestrales y de sus distintas etnias, y que no permite que aquellos hechos que han marcado a nuestras comunidades, se pierdan en la historia y sean condenados a su repetición, pues son estos los que crean la actualidad y los que permiten la evolución constante de las comunidades tanto indígenas, como afrodescendientes e internacionales, pues en la actualidad el conflicto colombo-peruano ya no existe de la misma forma como se presento en esos tiempos, pero se sigue presentando en menor medida por la bonanza del caucho, y mayor cantidad por la bonanza petrolera, que pretende generar una nueva apertura del amazonas hacia la industria petrolera, seguida del desplazamiento de las comunidades y el asesinato, por parte de paramilitares que ayudan a despejar la zona para su posterior explotación.
La Amazonía colombiana en cifras (2)
De acuerdo con lo anterior es de mucha importancia ubicarnos en la Zona implicada y relacionar a la lector con las dimenciones geograficas de la misma por tal razon ofrecemos aquí la principal información del amazonas.
La Amazonía colombiana corresponde al 35% de la superficie total del país, con una extensión aproximada de 477.274 Km.² (2004).
Este territorio está distribuido político-administrativamente en los territorios completos de los departamentos de Amazonas, Caquetá, Guaviare, Guaínia, Putumayo y parte de los departamentos del Meta, Vaupés, Vichada, Nariño y Cauca, su población se estima en 960.239 habitantes, que corresponden al 2.3 % de toda la población Nacional (2007, DANE). Está habitada por 86.417 indígenas (2007), pertenecientes a 52 grupos étnicos. Posee grandes ríos como el Caquetá, Putumayo, Vaupés, Guaviare, Inírida, y Apaporis, lo mismo que una enorme red de tributarios. Las lluvias alcanzan más de 3.000 mm3 al año, lo cual la convierte en una de las zonas con mayor precipitación de la cuenca.
Posee 3 de los 10 centros importantes de diversidad y endemismo (especies únicas) de plantas en: Alto Río negro, Chiribiquete, Araracuara, Cahuinari y el trapecio Amazónico.
Se considera una región mega diversa (Fuente: SINCHI): Fauna: 45.000 especies de plantas vasculares, 674 aves, 158 anfibios, 195 reptiles, 2.121 mamíferos, 753 peces de aguas dulces, 15 especies de primates y 79 especies amenazadas de extinción. Flora: 60.000 especies amazónicas.Hace parte de la Panamazonía o gran cuenca amazónica, la selva tropical húmeda más grande del planeta. Cubre desde el pie de monte andino hasta el océano Atlántico a lo largo del río Amazonas, en una gran área que incluye territorios de nueve países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana francesa y Brasil, con coberturas que van desde más del 70% de Brasil, cerca del 6,7 % de Colombia y menos del 4% de Ecuador.
El río Amazonas recorre 6.500 kilómetros, y nace en los Andes peruanos a 6.000 metros sobre el nivel del mar. Desemboca en el océano Atlántico a lo largo de un gran delta de más de 1.000 kilómetros, en el estado de Pará, en el Brasil.
Conflicto por el caucho en Amazonas
El conflicto del caucho vivió su auge entre 1879 y 1912, reapareciendo entre los años de 1942 y1945, durante la segunda guerra mundial lo que no duro mucho ya que las fuerzas japonesas lograron dominar militarmente el pacifico sur durante los primeros meses de 1942 e invadieron Malasia, tomando el control de las zonas caucheras.
Durante la primera etapa de explotación del caucho, los territorios amazónicos estaban habitados en su mayor parte por etnias indígenas. La llegada de colonizadores en busca del caucho a estos territorios causó un choque cultural con los nativos, pues estos velaban por la protección de la madre tierra y el colonizador solo deseaba extraer la mayor cantidad de caucho posible lo que desemboco en las torturas, desapariciones, masacres y esclavitud de los indígenas que se resistieron.
Actividad cauchera e impacto ambiental
El impacto ambiental que trajo consigo la explotación del caucho se presenta, en las disputas que se generaron en los diferentes países con fronteras en esta zona, pues Perú, principalmente, intentó usurpar los territorios colombianos creando un, conflicto internacional, mediado por Inglaterra, que no solo afectó a la comunidad internacional, si no, también a las comunidades indígenas que habitaban el Amazonas, pues se cambiaron sus costumbres y tradiciones, se les obligo a desplazarse, causando la extinción espiritual y física de numerosos grupos indígenas, y consigo el abandono de otras actividades tradicionales en la zona.
En el Amazonas, se produjeron grandes cambios, las actividades realizadas por los indígenas fueron prohibidas, y en cambio se les esclavizo para obtener mayor producción, los asesinatos y desplazamientos, lograron cambios demográficos en la población y dispersaron las comunidades por las diferentes fronteras, lo que también produjo un desequilibrio en la fauna que habitaba en las nuevas regiones colonizadas, y el cambio en los hábitos alimenticios de las comunidades, que ya no cultivaban pues se volvieron nómadas, también se creó un tráfico ilegal entorno a los indígenas, los cuales eran vendidos como esclavos a diferentes países, y atrajo los ojos de los extranjeros sobre las curiosidades de la selva, atrayendo cazadores que mataban indiscriminadamente la fauna del Amazonas, también se produjo la deforestación de los bosques amazónicos, por su gran producción en madera, talando más arboles de los que sembraban, desequilibrando el ecosistema, de tal forma que en pocos años si se hubiera continuado con dichas actividades, sin regulación alguna, se hubiera acabado con el Amazonas en menos de 100 años. El cambio que los colonos extranjeros generaron en el amazonas fue un inminente riesgo para las comunidades indígenas, las cuales al desplazarse, también contribuyeron a generar un descenso en la zona, que posteriormente era ocupada por los colonos peruanos.
Otro problema que trajo consigo la producción del caucho, fue la devastación del bosque para poder sembrar mas arboles de caucho, puesto que estos árboles, se encontraban dispersos por todo el amazonas y se encontraban entre otras especies de árboles no productivos, era necesario para los caucheros derribar los arboles improductivos y sembrar mas caucho, evitando de esta forma la variedad ambiental que se desarrollaba en la zona y causando la extinción o reubicación de muchas especies animales que habitaban en torno a los arboles que se talaban. Por otro lado los conflictos que se presentaron entre los colonos de los diferentes países, produjeron una época de sangre y terror, en la que la población amazónica no podía vivir tranquila, ni mucho menos explotar sus riquezas naturales de forma permanente pues tenían que vivir huyendo, lo que produjo en Colombia la no evolución de los métodos de explotación correcta en el amazonas y a la vez impidiendo un mejor desarrollo sostenible de la zona, lo que terminó con el abandono estatal de la misma y la posterior explotación extranjera que se da en la actualidad.
En la actualidad la situación económica de los países ha permitido crear variedad de productos, en el amazonas, como los nombrados anteriormente, (investigación tecnológica, turismo y agroindustria), se han creado, políticas de protección a los indígenas y se han desarrollado proyectos que permitan reactivar la economía de esa zona sin causar perjuicio a las comunidades que allí habiten, pero todo esto no se logró sin el sufrimiento de nuestras comunidades indígenas, y la muestra de la masacre del caucho es la historia que en la actualidad se repite con el petróleo hallado en el amazonas, la explotación maderera y el asesinato de especies en vía de extinción entre otros, que en la actualidad no son tan bárbaros, pero de igual forma perjudican el ambiente.
La legislación colombiana, no evolucionó de acuerdo a las necesidades de las comunidades indígenas, si no que, se presentó como una consecuencia actual de los conflictos presentados siglos antes, lo que permite evidenciar, la falta de preocupación de Colombia, hacia las actividades comerciales en el Amazonas.
Los indígenas necesitan mayor visualización en el conflicto legal, colombiano, pues las normas que los regulan, solo describen en que escenarios pueden actuar y en qué consiste su comunidad, no brinda una protección real para ellos, ni una participación mayoritaria, pues a los comerciantes no les interesan obstáculos en sus proyectos.
Es necesario recordar la historia de los caucheros, pues la sociedad colombiana actual no la conoce y es uno de los principales antecedentes, para generar la protección indígena, que aunque precaria en la actualidad, al menos existe.
Notas al pie:
1. Entrevista realizada a Iris, indigena de la comunidad Andoque, Museo Nacional de Colombia, Domingo 7 de Junio de 2009
2. Ministerio de Cultura, Llegó el Amazonas a Bogotá, http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=23005;
Fuente: http://www.prensarural.org/spip/spip.php?article3426
Este artículo ha sido aportado por Dayana Alejandra B. Morales de 1º de Bachillerato A
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