Un devastador terremoto de 8,8 grados de magnitud en la escala de Richter, seguido de un fuerte tsunami, causó este viernes un millar de muertos y al menos 88.000 desaparecidos en el este de Japón y otros países como China o Taiwán. Japón es un país acostumbrado a los temblores pero desde hacía 140 años no había visto nada semejante.
El terremoto ha liberado una energía equivalente a 200 millones de toneladas de TNT (dinamita), o lo que es lo mismo, ha sido similar a un ataque nuclear con 10.000 bombas como la que se lanzó en Hiroshima, que alcanzó las 20.000 toneladas de TNT.
La Agencia Meteorológica de Japón ha emitido una nueva alerta de tsunami para toda la costa oriental del país, tras la declarada inmediatamente después del terremoto de 8,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter sucedido esta tarde.
La nueva alerta fue emitida a las 03.20 hora local (18.20 GMT del viernes) y advierte del riesgo "importante" de tsunami en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por el seísmo, que ha causado cientos de muertos y desaparecidos.
Allí un eventual tsunami podría acarrear olas superiores a los tres metros, mientras que en el extremos suroriental del archipiélago la alerta es por olas de hasta dos metros.
Casi a la vez, un nuevo terremoto, de 6,6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, se produjo en la provincia de Nagano (norte de Japón), con epicentro en la ciudad de Niigata.
300 cadáveres han sido hallados en áreas costeras de la ciudad oriental de Sendai, donde muchas zonas residenciales quedaron anegadas a causa de un tsunami que, con olas de hasta 10 metros, arrastró docenas de vehículos y viviendas, según la policía local. Aunque la agencia de noticias Kyodo sitúa el número de muertos en torno a los 1.000. Además, el Ministerio de Defensa dijo que 1.800 viviendas habían sido destruídas en la prefectura de Fukushima, reportó Kyodo.
El seísmo, seguido de tres réplicas de al menos 7 grados, paralizó temporalmente el transporte en gran parte de Japón, suspendió el servicio de tren bala o Shinkansen y cerró los dos aeropuertos de Tokio, si bien algunos servicios ya han sido parcialmente restablecidos.
Tokio, la mayor ciudad del mundo con más de 30 millones de habitantes en toda su área metropolitana, tembló con fuerza a las 14.46 hora local (5.46 GMT) por un seísmo que se produjo en el Océano Pacífico, a 20 kilómetros de profundidad y 130 kilómetros de la costa.
Pánico en la población
Muchos edificios se tambalearon y la gente salió a las calles asustada, mientras miles de personas se vieron obligados a pasar la noche en refugios o en sus oficinas debido a que no funcionaba el transporte.
Sendai, a unos 350 kilómetros de Tokio y con un millón de habitantes, ha sido una de las ciudades más golpeadas por el seísmo. Allí las autoridades han emprendido la búsqueda de numerosos desaparecidos, entre ellos los pasajeros de un barco que transportaba a cerca de un centenar de viajeros, y dos patrulleras de la guardia costera arrastradas por las aguas.
También se trata de localizar el paradero de un tren que viajaba entre las ciudades de Sendai e Ishinomaki, con un número indeterminado de pasajeros y con el que no se ha logrado contactar tras el temblor. En una de las provincias costeras colindantes, Iwate, cerca de 300 edificios se vieron arrastrados por las aguas, según el Departamento local de Bomberos.
El terremoto fue el mayor en la historia de Japón, con una magnitud de 8,8 grados en la escala abierta de Richter, por encima de los 7,2 grados del seísmo que sacudió Kobe en 1992 y causó 6.400 víctimas.
Estado de emergencia nuclear
El temblor paralizó la actividad de once centrales nucleares, aunque el Gobierno ha rechazado la existencia de fugas radioactivas. No obstante, como dicta el protocolo nipón en estos casos, ha decretado el estado de emergencia de energía nuclear.
Las autoridades japonesas han declarado un "estado elevado de alerta" en la central nuclear de Fukushima Daiichi según ha informado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El combustible nuclear requiere de un enfriamiento continuo incluso cuando las instalaciones atómicas han dejado de funcionar, recordó la agencia nuclear de la ONU.
El OIEA ha agregado que un incendio próximo a la turbina de la planta nuclear de Onawaga ha sido controlado y no existe riesgo alguno.
El Organismo, que ha obtenido esa información de las autoridades nucleares niponas, ha indicado que no se había producido ningún escape de radiactividad de la planta atómica, que ha cesado su actividad.
Cerca de 2.000 personas que residían en un radio de dos kilómetros de la central de Fukushima fueron evacuadas a petición de las autoridades locales al detectarse problemas en el sistema de ventilación, lo que ha llevado al Gobierno a enviar un avión con militares para controlar esas instalaciones.
El Gobierno del primer ministro japonés, Naoto Kan, ha hecho un llamamiento a la calma, ha enviado varios aviones de las Fuerzas Aéreas para evaluar los daños y ha desplegado 8.000 militares a la zona del seísmo. También ha pedido a las fuerzas de EEUU, que mantienen 48.000 militares en sus cerca de cien bases en Japón, que contribuyan en la asistencia de las víctimas en las zonas sacudidas por el seísmo, que ha provocado numerosos incendios.
Los dos aeropuertos de Tokio, Haneda y Narita, suspendieron su actividad tras el seísmo, aunque a las 19.00 hora local (10.00 GMT) el segundo reanudó las salidas de sus vuelos. Las llegadas, sin embargo, quedaron suspendidas, lo que ha dejado a 23.000 pasajeros bloqueados en los dos aeródromos.
Esta noticia ha sido aportada por Leila Pérez Reyes de 1º Bach. A
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