Japón ha pedido oficialmente al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el envío de un equipo de expertos tras las explosiones en la central nuclear de Fukushima, según ha declarado este lunes el director general de la agencia de la ONU, Yukiya Amano.
"El Gobierno japonés ha pedido al organismo que envíe un grupo de expertos. Estamos discutiendo con Japón los detalles", ha declarado Amano.
Esta mañana, la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima, TEPCO, informaba de la posible fusión del núcleo de uno de los reactores de la planta, tras un descenso del nivel del agua que cubría el combustible nuclear y que permite controlar su temperatura. Si llega a producirse la fusión se trataría de un accidente grave dentro del reactor, sin embargo, una primera barrera de confinamiento -una especie de vasija de acero- y el edificio de contención que protege la zona peligrosa bloquearía la liberación de material radiactivo a la atmósfera.
En el reactor, donde se produce la reacción que genera el calor suficiente para obtener energía, podría producirse una fusión del núcleo por un aumento de potencia o por la imposibilidad de ser enfriado. Según Tokyo Electric Power (TEPCO), las barras de uranio de la central japonesa podrían haber registrado una fusión parcial a causa del sobrecalentamiento en ese reactor, el número 2, por un fallo del sistema de refrigeración.
La empresa también confirmó que la fusión pudo producirse en un momento en el que las barras quedaron totalmente expuestas al bajar el nivel del agua que las rodeaba, cuando la bomba que inyectaba el líquido al reactor se detuvo por falta de combustible.
En esa situación, se produjo una situación de sobrecalentamiento que podría haber provacado la fusión. Aunque, según las mismas fuentes, posteriormente, los niveles de agua se recuperaron hasta cubrir 30 centímetros la parte inferior de las barras.
Si se produce una fusión del núcleo, la reacción nuclear dejaría de estar controlada y se liberarían materiales radioactivos dentro de la primera barrera de contención que envuelve el reactor. Si esta primera protección fallara, el escape pasaría al edificio de contención -una estructura de hormigón construida para mantener aislado y protegido el reactor del exterior- y que, mientras permanezca cerrado, evitaría la salida de la contaminación al exterior.
El problema grave podría darse si en algún momento resultara imposible aliviar la presión que podría sufrir la estructura de contención que envuelve el reactor herméticamente. Los expertos deberán, entonces, hallar la forma de ventilar el edificio tratando de evitar fugas grandes.
Explosiones de hidrógeno
Los esfuerzos para controlar los reactores se vieron dificultados por una explosión en el edificio del reactor 3 que dejó 11 heridos, entre ellos siete trabajadores de la central y cuatro militares.
El Gobierno dijo que la explosión, similar a la ocurrida el sábado en el reactor 1, no fue nuclear sino química, causada por una acumulación de hidrógeno.
También aseguró que no dañó al reactor ni provocó una fuga masiva de radiación, ya que los niveles de radiactividad en torno a la central no parecían haberse disparado tras el accidente.
Japón informó este lunes al Organismo Internacional de Energía Atómica de que ha comenzado a inyectar agua marina en el reactor 2 de la planta nuclear para evitar un sobrecalentamiento del núcleo.
"Las autoridades japonesas han informado al OIEA de que el reactor 2 de Fukushima Daiichi ha experimentado un descenso de los niveles del líquido refrigerante en el núcleo del reactor. Las autoridades han comenzado a inyectar agua de mar en el reactor para mantener la refrigeración", ha explicado la organización en un comunicado difundido en Viena.
Los sistemas de refrigeración de tres reactores de la central están averiados y dos explosiones se produjeron en los reactores 1 y 3, pero el blindaje de contención aguantó y evitó así que saliera radiación a la atmósfera.
Unidades de yodo
Ante la alerta nuclear desatada, el director general del Organismo de Energía Atómica, Yukiya Amano, está informando de la emergencia nuclear derivada de los accidentes en varias centrales atómicas en Japón.
Así lo anunció el organismo mediante un comunicado, en el que insistió en que el OIEA está en contacto permanente con las autoridades japonesas para conocer la situación de las cuatro centrales nucleares en la que se han registrado incidentes.
La central nuclear fue dañada por el devastador terremoto y posterior 'tsunami' del pasado viernes en la costa oriental nipona y, para evitar riesgos ante una posible fuga radiactiva, las autoridades han evacuado a 183.000 personas, según el OIEA.
Además, las autoridades niponas han distribuido 230.000 unidades de yodo entre los centros de evacuación, pero todavía no han sido entregadas a los allí desplazados, de acuerdo con la agencia nuclear de la ONU.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/14/internacional/1300107495.html
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